Lo Abarca es la aldea más antigua de la zona, está situada en la cuenda del Estero de Cartagena, a 7,5 kilómetros de éste centro urbano, es famosa por la fertilidad de sus tierras.
Data del siglo XVII y desde su formación fue el centro administrativo, económico, eclesiástico y social de toda la comarca, exceptuando a Melipilla. Era punto obligado de reunión de los viajeros entre Santiago y Valparaíso; desde el siglo XIX tuvo registro civil, contaba con grandes tiendas y era un pueblo con una gran infraestructura para satisfacer la demanda de servicios propios de un lugar de permanencia transitoria, tales como hospedajes, pulperías, comercio, entre otros, también existían guardias de azul.
La decadencia y abandono progresivo de Lo Abarca comenzaron después del terremoto de 1906, el cual abatió muchas casas y por la poca seguridad ofrecida por el pueblo, la gente comenzó a emigrar, marchándose hacia las caletas de pescadores, donde hoy está Cartagena.
Museo Parroquial Iván Larraín Eyzaguirre.
Colecciones de planchas, máquinas de coser, zapatos, sombreros y otros objetos de los siglos XVIII y XIX, se exponen en las modestas repisas de éste museo, junto a certificados de bautizmo y actas matrimoniales de la época colonial. Se trata del patrimonio de la antigua vida de los hacendados de ésta localidad rural, que comenzaron a ser reunidos desde el año 1970 por el párroco de la zona don Iván Larraín Eyzaguirre, hijo de una acaudalada familia dueña del fundo San Jerónimo, el sacerdote recolectó objetos tanto en el pueblo como en la hacienda familiar.
Teléfono: 035 - 437102
Viña Casa Marín
Ubicada en el valle de Lo Abarca, a sólo 4 kilómetros del Océano Pacífico. Fue fundada por María Luz Marín, ingeniero agrónomo, enólogo y empresaria, quien es actualmente la única mujer chilena fundadora y dueña de un viñedo.
En el año 2000 se plantaron las primeras 25 hectáreas de terreno, con variedades como Pinot Noir, Sauvignon Blanc, Sauvignon Grís, Gewurztraminer y Riesling.
Ésta viña ha sido considerada como una de las más “radicales” del país, debido a las características de la zona, como son las neblinas matinales (invierno y primavera), los fuertes vientos debido a la cercanía al mar, y las temperaturas frías durante la época de crecimiento y maduración de las uvas. Estas condiciones extremas permiten a la parra expresar los más finos caracteres y aromas.
Santuario Virgen Purísima de Lo Abarca
Su primera iglesia fue erigida en donde hoy se encuentra el cementerio de Cartagena. La actual iglesia ha sido dos veces reconstruida, la primera vez en 1978, tras el terremoto de 1970 que la destruyó casi completamente a excepción del campanario, declarado en esa ocasión Santuario de la Zona Rural Costa; el templo fue nuevamente derribado por el terremoto de 1985, resistiendo una vez más el campanario, cuyas campanas, unas de las más grandes de Chile, destacan por su bello sonido producto de la combinación de oro, plata, cobre y bronce con que fueron fabricadas. Gracias a una donación privada el templo pudo ser nuevamente restaurado a fines de los ochenta.
En su interior descansa la fabulosa talla de la Purísima Inmaculada Concepción de Lo Abarca. Hecha de una pieza en madera policromada y construida en Europa hacia el año 1640, la “señora” que se ha conservado íntegramente con toda su pintura original, es demasiado fina para sacarla al exterior, además de muy pesada, más de 100 kilos. Es por esto que en la procesión que cada 8 de diciembre se realiza en honor a la virgen, la reemplaza otra imagen que guardan las cuatro monjas de media clausura a cargo de la parroquia.
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